lunes, 29 de abril de 2013

Las cosas siempre suceden el el momento mas adecuado

Hoy entro brevemente al blog para compartiros una anécdota personal que me ha parecido muy significativa.
Hace cuatro o cinco meses, sembré en una maceta cuatro huesos de chirimoya, con la intención de que al menos uno de ellos germinase.
Pasaron un par de meses, durante los cuales yo, cada vez que la maceta tenía poca humedad, la regaba de nuevo. Al cabo de ese tiempo, comencé a pensar que los huesos plantados no germinarían y un par de semanas después, volví a sembrar en la misma maceta nuevos huesos de chirimoya.

Al poco tiempo, para mi alegría, un brotecito verde comenzó a crecer, y poco a poco se fue convirtiendo en una bella planta...

Lo que ha sucedido después es lo que he querido compartiros: como dos semanas después de que naciera el primer brote, comenzaron a salir mas, y han seguido naciendo...


Han nacido todos los huesos que planté!!! Las semillas estaban ahí, en la tierra, vivas, esperando que fuese el momento adecuado para brotar...
A veces ponemos nuestra intención en una meta que queremos ver realizada, trabajamos amorosamente con toda nuestra ilusión y nuestras ganas...pero aparentemente no sucede nada. Aparentemente, porque, si mantenemos nuestra intención enfocada en nuestra meta, cuando llegue el momento propicio, como los arbolitos de chirimoya, nuestra meta verá la luz.

Enfoquemos nuestra atención en lo que queremos y desapeguémonos. El como y el cuando forma parte del milagro de confiar. Relajémonos, disfrutemos segundo a segundo, y permitamos que suceda.
Gracias por estar ahí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario